La verdad de la milanesa

Es increíble como me conozco. O al menos como conozco mis necesidades básicas.


Hace unas horas volví. Y volví con hambre y ganas de una ducha decente. Eso aparte de extrañar ABRIR UNA PUERTA y no un cierre, un colchón, una hornalla (loco, que bajón tener que prender un fuego para calentar un poco de agua), no se.. todo.



Extrañe cosas que ni pensé que iba a extrañar.. y no extrañe cosas que por ahí pensé que si.



Estar un tiempo afuera, no importa que tan lejos, ayuda. Te vas dando cuenta de que es realmente lo importante, podes en orden tus prioridades, que querés, que no querés, que cosas tenés que cambiar..



Me fui totalmente escéptica con respecto al viaje y a su "abertura de cabeza".. pero la verdad que vuelvo 100% sorprendida de todo lo que fue.



A pesar de haberme cagado de hambre, volver con los hombros negros del sol, la cara pelada 400 veces, dolor de cadera por dormir en el piso.. lo volvería a hacer 10 veces más.
El texto lo escribí cuando volví pero no se porque nunca lo publiqué. Hoy, una semanas después, lo saco a la luz (?)